El blackjack es un juego de cartas fácil de entender. La meta del jugador es tener una mano mejor que la del crupier y, para eso, deberá:
- Pedir cartas hasta llegar a 21 (sin pasarse),
- Sacar blackjack natural (as y un 10, J, Q o K), o
- Plantarse y esperar a que el crupier se pase.
Cuando el crupier tiene un as en mano, los jugadores ganan el derecho a contratar un seguro. Esta especie de protección costará la mitad de la apuesta original. Pero, ¿cómo funciona?
Si el crupier obtiene un blackjack natural, el jugador asegurado recibirá un pago de 2 a 1, es decir, recuperará su apuesta inicial y recibirá el doble del valor del seguro.